La Plaza Parque 29 de Mayo, ubicada en el centro de Ocaña, es más que un espacio público; es un testigo vivo de la historia y cultura de la ciudad. Este emblemático lugar fue el sitio donde se creó la provincia de Ocaña en 1850, un acontecimiento que marcó su importancia como epicentro político y social en el nororiente colombiano.
Un Nombre con Historia
El nombre de la plaza conmemora la fecha de la creación de la provincia de Ocaña: el 29 de mayo de 1850. Fue el cabildo presidido por Agustín Núñez quien decidió rendir homenaje a este hecho histórico al designar la plaza principal con este nombre. Rodeada de edificios como la iglesia mayor de Santa Ana, la Alcaldía Municipal y la Casa Cural, la plaza es un lugar donde la historia y la vida cotidiana se entrelazan.
La Columna de los Esclavos: Símbolo de Libertad
Entre los monumentos destacados de la plaza se encuentra la Columna de los Esclavos, una obra dirigida por esclavos liberados y habitantes de Ocaña para honrar al gobernador Núñez, quien abolió la esclavitud en 1851. Esta columna, con cinco anillos que representan a los países de la Gran Colombia (Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia), es un símbolo de la lucha por la dignidad y la libertad. Declarada Bien Cultural de Interés Nacional en 2002, es un orgullo para Ocaña y Colombia.
La Virgen de Torcoroma: Devoción y Milagro
En el costado izquierdo de la plaza se encuentra una réplica de la Virgen de Torcoroma, patrona de los ocañeros, tallada por el artista Yesid Manzano. Esta obra conmemora los 300 años de la aparición milagrosa de la Virgen en el monte Torcoroma, ocurrida el 16 de agosto de 1711. Según la tradición, la imagen de la Virgen fue hallada en el tronco de un árbol por dos hermanos que buscaban madera para una canoa. Hoy, la Virgen de Torcoroma es un símbolo de fe y esperanza para los ocañeros.
El Busto del General Francisco de Paula Santander
Otro elemento destacado de la plaza es el busto de bronce del General Francisco de Paula Santander, erigido en 1940 para conmemorar el centenario de su muerte. Lo curioso de este monumento es que fue creado con monedas recicladas utilizadas en su época, un homenaje único y original al prócer de la independencia colombiana. Esta obra refleja la creatividad y el respeto de los ocañeros por su historia.
Un Espacio Vivo y Emblemático
Además de su importancia histórica, la Plaza Parque 29 de Mayo es un lugar vibrante lleno de vida y actividad. Las decenas de palomas que la habitan le dan un toque especial, convirtiéndola en un espacio perfecto para relajarse, tomar fotografías o simplemente disfrutar de la atmósfera única de Ocaña.
Conclusión
La Plaza Parque 29 de Mayo no es solo el centro geográfico de Ocaña, sino también el corazón de su historia y cultura. Desde la Columna de los Esclavos hasta el busto de Santander, cada rincón cuenta una historia que conecta el pasado con el presente. Visitarla es una oportunidad para sumergirse en la esencia de esta encantadora ciudad en Norte de Santander.
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