El Complejo Histórico de la Gran Convención en Ocaña es un lugar cargado de historia, cultura y tradición. Desde su fundación en 1533, ha sido testigo de eventos religiosos, educativos y políticos que lo convierten en un símbolo del patrimonio ocañero y nacional.
1. Historia y Fundación del Complejo
El Complejo, integrado por el Templo y el Convento de San Francisco, fue construido entre 1533 y 1583, destacándose como un importante centro religioso y educativo durante la época colonial. Contribuyó a la formación académica de jóvenes interesados en gramática y retórica, además de ser un refugio espiritual para la comunidad.
2. La Gran Convención de 1828
Uno de los eventos más relevantes en su historia fue la Gran Convención de Ocaña, celebrada en 1828. Este encuentro político, que tuvo lugar en el Templo de San Francisco, marcó un hito en la historia del país al reunir a líderes nacionales para definir el futuro político de Colombia.
3. Su Rol en la Educación
El complejo fue adaptado en 1852 para albergar el Colegio de la Democracia y, más tarde, con la llegada de las Hermanas de la Presentación en 1889, se convirtió en un espacio dedicado a la educación de niñas de la sociedad ocañera. Hasta 1974, el inmueble fue epicentro educativo, continuando esta tradición con la administración de la Universidad Francisco de Paula Santander.
4. Restauración y Declaratoria como Monumento Nacional
En 1894, un terremoto evidenció la necesidad de restaurar el edificio. Gracias al apoyo de la comunidad y campañas lideradas por líderes religiosos, el complejo fue preservado y mejorado. En 1978, con la conmemoración de los 150 años de la Gran Convención, el sitio fue reconocido oficialmente como Monumento Nacional, destacando su relevancia histórica.
El Complejo Histórico de la Gran Convención es un testimonio vivo de la riqueza cultural, educativa y política de Ocaña. Su legado continúa atrayendo a residentes y visitantes interesados en explorar su trascendental papel en la historia de Colombia. Visitar este emblemático lugar es adentrarse en las raíces de una región que ha contribuido al desarrollo nacional
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